Finalmente fue aprobado el paquete de contención por 2,2 billones de dólares por unanimidad en los Estados Unidos.
Dicho paquete es considerado por el Senado norteamericano como el mayor en la historia de ese país, si bien ha generado dudas sobre si será suficiente, en el día de hoy fue aprobado por unanimidad pese a las dudas de ambos partidos.
El paquete aprobado por el Senado norteamericano,es de 2,2 billones de dólares y tiene por objetivo principal contener a comercios y trabajadores además de reforzar el sistema de salud ante la epidemia de coronavirus, la medida fue tomada horas después de que la cifra de muertos en el país por el brote superara las 1.000.
El paquete de ayuda, el mayor de la historia de Estados Unidos, fue aprobado por unanimidad pese a las dudas en ambos partidos sobre si será suficiente, luego de trabajosas negociaciones y con el país frente a una desafío sin precedentes.
En todo el mundo, el número de muertos superó ya los 21.000, incluyendo 1.050 fallecimientos en Estados Unidos, donde ya hay casi 70.000 infectados, según las cifras actualizadas de la Universidad Johns Hopkins.
Un total de 18 estados de Estados Unidos ya han adoptado cuarentenas pese a la resistencia del presidente Donald Trump, entre ellos Nueva York, el epicentro del brote en el país, con más de 30.000 casos y casi 300 muertos, la mayoría en la ciudad de Nueva York.
Autoridades sanitarias del estado han estado buscando camas y equipos médicos y pedido más médicos y enfermeras por temor a que el número de enfermos desborde los hospitales, como pasó en Italia y España, los países con más víctimas fatales por la pandemia.
La ciudad de Washington, capital de Estados Unidos, empezó anoche una cuarentena hasta el 24 de abril, decretada por su alcaldesa, la demócrata Muriel Bowser.
La medida incluye el cierre de los negocios no esenciales como peluquerías, gimnasios, tiendas de ropa, teatros, guías turísticas, discotecas, bares y restaurantes.
Seguirán abiertos supermercados, centros de salud, farmacias, bancos y guarderías. Las escuelas, por su lado, ya cerraron el pasado 16 de marzo, informó la agencia de noticias EFE.
En Washington, Trump llamó esta semana a los estadounidenses a mantener un distanciamiento social durante 15 días, incluyendo quedarse en casa a trabajar si es posible, y a cerrar bares y restaurantes para ayudar a contener la propagación del virus, que es altamente contagioso.
No obstante, el mandatario no quiere decretar una cuarentena total nacional y ha dicho que no permitirá que «la cura sea peor que la enfermedad», al parecer preocupado por el efecto devastador del virus en los mercados financieros y en sus chances de ser reelecto este año.
Trump tuiteó ayer que la prensa «está tratando de hacer que mantenga cerrado el País durante tanto tiempo como sea posible con la esperanza de que eso vaya en detrimento de mi éxito electoral».
La oposición demócrata dice que Trump prioriza la economía sobre la salud y la seguridad de los estadounidenses.
«Me gustaría decir, ‘volvamos a trabajar el próximo viernes’. Sería maravilloso. Pero no puede ser arbitrario», dijo el ex vicepresidente Joe Biden, el demócrata con más chances de enfrentar a Trump en las elecciones de noviembre.
El proyecto pasa ahora a la Cámara de Representantes, que votará mañana.
Por otro lado, el Pentágono congeló por 60 días los movimientos de tropas estadounidenses y de empleados civiles del Departamento de Defensa en el extranjero, una medida que afectará a unos 90.000 soldados que estaban por ser desplegados o por regresar a casa.
Vía télam