“Hay que poner capacidad de gestión para salir de esto”

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Así lo indicó Juan José Soler, presidente de Cerámica del Norte. En una entrevista concedida a Diario El Tribuno, en la oportunidad hizo referencia a este 1 de Mayo y a la situación que atraviesan las empresas ante una realidad que se presenta incierta y nadie esperaba.

El empresario y presidente de Cerámica del Norte, Juan José Soler brindó su visión sobre la actualidad empresarial ante la pandemia del Covid-19 y como afecta esta realidad a su planta industrial que luego de 84 años desde su creación tuvo que apagar sus hornos por primera vez.

Como nos tiene acostumbrado el empresario, se abrió en su sentir respecto a la realidad que se vive. Además dejó en claro que se está priorizando la salud por encima de todas las cosas.

¿Cómo lo encuentra este Día del Trabajador?

Hoy estamos celebrando el Día del Trabajador en una situación sumamente especial. La pandemia ha llevado al mundo a generar un cambio brusco y a la cancelación de la actividad en todo el mundo. Estamos inmersos en esta problemática en la cual abruptamente como todas las empresas del país que fueron decretadas no esenciales en su momento, Cerámica del Norte paró toda su línea de producción a partir del 20 de marzo. La producción está parada, los hornos siguen apagados, acatando los decretos que se dictaron por esta situación. A medida que los decretos vayan aclarando situaciones iremos progresivamente poniendo en marcha la producción.

¿Y cómo vislumbra esa reactivación una vez que termine está coyuntura por la enfermedad del coronavirus?

La verdad es que es un momento de incertidumbre, lo estamos manejando día a día, priorizando la salud por encima de todas las cosas como fue un poco el paradigma bajado desde los gobiernos de la Nación y el provincial y todo se está viendo sobre la marcha, con gran incertidumbre porque esta situación encontró a la Argentina con dificultades desde los puntos de vista económico y sociales muy importantes, con una recesión profunda, no solamente sectorial sino a nivel país. Las ventas habían caído prácticamente un 50%, con una gran capacidad productiva ociosa, con una inflación que todavía estaba con guarismos altos, una deuda externa que ya prácticamente hoy está en un default técnico. Esa era la foto de la Argentina prepandemia y que la pandemia vino a agravar porque un país que no produce tiene una caída de su producto bruto significativa en una progresión geométrica a medida que van pasando los días y eso va generando inliquidez al sistema. Como el país que no puede presentarse al mercado a tomar deuda y los organismos multilaterales ya le han prestado, tiene una moneda muy débil y encima en un default técnico, la única vía que tiene la Argentina para monetizarse es por la vía de la emisión y eso sabemos que desencadena una inflación creciente. En ese panorama, cómo se advierte el futuro y bueno es muy incierto. A partir de que se termine todo el tema de la pandemia la actividad económica se va ir insertando en el mercado poco a poco, donde el crecimiento de la actividad va ser muy lento.

En ese sentido y hablando específicamente de la construcción parece haber un consenso y conveniencia para que se reactive la obra pública lo más rápido posible porque es una de las actividades que más movilizan la economía…

El problema es que de la voluntad a la realidad hay un tramo muy grande y los tiempos siempre juegan en contra de las urgencias. Argentina necesita rápidamente generar actividad económica fundamentalmente para dar mano de obra y uno de los sectores más importante para hacerlo es justamente la construcción, que tiene una cadena de valor muy importante y es una gran tomadora de mano de obra. Estamos hablando de la producción de cemento, de pisos y revestimientos, de hierro, etcétera, que son grandes tomadores de manos de obra. Entonces hay que focalizarse en cómo nos imaginamos la gestación de fondos para poder llevar adelante todas esas obras. Después hay que ver cómo se inserta en el mercado el consumidor de viviendas en un acceso al financiamiento a través de los bancos. Es decir que son pilares fundamentales que hoy tienen un marco muy endeble en la Argentina. Eso no significa que no se deba hacer y que no se pueda hacer. Lo que sí estoy seguro de que hay que poner mucha imaginación, esfuerzo y capacidad de gestión para ver cómo se va financiar la pata de la oferta y la de la demanda. Una empresa constructora tiene que tener primero dinero para hacer la vivienda y el consumidor tiene que tener acceso al crédito para poder comprarla.

¿Cómo ve que sobrelleva el Gobierno nacional la emergencia por el COVID-19?

Creo que el Gobierno tuvo un reflejo de lo que pasó en el hemisferio norte de anticiparse a una situación que podría ser bastante desastrosa y catastrófica en Argentina por la debilidad sanitaria del país, que es evidente. Fueron muchísimos años sin inversión en salud pública, tanto del punto de vista de infraestructura como de recursos humanos en el cual la Argentina se exponía a una situación bastante dramática. Lo que hizo el Gobierno nacional fue imitar aciertos y errores que el hemisferio norte fue cayendo a medida de que la pandemia se iba haciendo carne en cada una de las sociedades y esto llevó a que se tomen medidas rápidas. La primera etapa de la cuarentena fue realmente necesaria, había que tomar las medidas con la urgencia del caso porque eso llevó a que la famosa curva de contagio se aplanara bastante y si no hubiera sido por eso el país hoy estaría en una situación sanitaria de extrema dificultad, por ser benévolo en la expresión. Cuando se toma una medida grave, donde se prioriza una situación como la salud que es tan importante, luego hay que ver cómo se sale, tomando en cuenta que no es la salud versus la economía, son cosas complementaria que hay que hacerlas convivir. Por supuesto que en el proceso de prueba y error se cometen aciertos y errores, pero creo que se está sobrellevando la situación con bastante lógica y lo más conveniente para toda la población.

Y en el caso del gobierno de la Provincia…

Es una situación bastante similar al de Nación. El Gobierno provincial alineado con las medidas a nivel nacional, dispuso también tomar medidas drásticas y contundentes priorizando la salud por sobre todas las cosas, porque también nosotros vivimos en una zona con una debilidad extrema en la parte sanitaria, nos escapamos del resto del país y somos una provincia periférica y limitamos con países con situaciones sanitarias de alto riesgo y que tenemos una infraestructura sanitaria que deja mucho que desear. Ante esa situación no queda otra que mandar a la gente a sus casas en aislamiento.

En estas semanas de aislamiento que pasaron he escuchado a muchos empresarios sobre todo de pymes manifestar mucha preocupación por sus empleados. Hay una relación casi de familia en esos casos y estimó que en Cerámica del Norte debe pasar una situación similar, a pesar de ser una empresa grande.

¿cómo está viviendo estos tiempos esa relación con los trabajadores de la planta?

Cerámica, vos bien lo decís, es una empresa muy arraigada en el medio, con una trayectoria de 84 años de vida durante los cuáles el compromiso económico y social que tiene es importante. Nunca nos hicimos los distraídos frente a las necesidades internas y particulares en la relación empresa- trabajador y tampoco en la relación empresa- sociedad. En esta situación priorizamos el salario por encima de todas las cosas, hemos cumplido con nuestras obligaciones salariales como corresponden y tratamos de apelar a todas las herramientas del mercado financiero o lo que venga de parte del Estado. La buena relación de Cerámica con el gremio ceramista y con nuestro personal es para que entre todos podamos llevar con armonía este proceso y sobre todo pensando que el día después tiene que encontrar una empresa consolidada, con relaciones armónicas y muy preparada para el futuro. Porque no sirve para nada tampoco pasar todo este tiempo y luego encontrarnos con una empresa lastimada, que le cueste mucho afrontar el futuro con posibilidades de crecimiento. Somos una comunidad que trabajamos unidos para el bien de la empresa y de Salta.

Vía El Tribuno