La Ciudad de Salta fue fundada el 16 de abril de 1582 por el Licenciado en Derecho Don Hernando de Lerma .
Tres gobernadores habían estado relacionados con la fundación de la nueva Ciudad, pero sólo uno de ellos lo logró. Gerónimo Luis de Cabrera, lejos de proceder con el mandato del Virrey del Perú, Francisco de Toledo, terminó fundando la Ciudad de Córdoba en 1573. Éste fue reemplazado y ejecutado por el catalán Gonzalo de Abreu y Figueroa, quien tampoco logró la hazaña. El tercero fue Hernando de Lerma, uno de los pocos conquistadores con formación intelectual.
El propósito de ocupar y fundar ciudades en el territorio de la por entonces Gobernación del Tucumán, era para brindar protección a las riquezas de las minas de plata del Potosí, consolidar un sistema de comunicación entre ellas, facilitar el tránsito de documentación y de mercaderías, creando así un sistema comercial sólido.
Enviado por el Virrey Toledo, fue Hernando de Lerma quien logró constituir la que sería la Ciudad de San Felipe del Valle de Lerma. El nombre de la ciudad derivó, con el paso del tiempo, en Salta. Hay tres versiones acerca del origen de este nombre: una señala que devenía de los tagaretes (canal o cauce natural de agua), pantanos y zanjones que abundaban por entonces en el valle, a los cuales se debía la necesidad de saltar para sortearlos. Luego se relacionó al vocablo aymara SAGTA (lugar hermoso). Hoy estas versiones son desestimadas, pues se sabe que fue el nombre de una comunidad aborigen que habitó el territorio de la actual capital la que dio el nombre a la ciudad y luego a la provincia.
Así, en julio de 1581 en la ciudad de Santiago del Estero, Lerma dio a conocer en un pregón los motivos que justificaban la elección del sitio para la fundación de Salta en el valle, donde destaca el temperamento y la bondad del lugar. Al año siguiente plantó el rollo, picote o el Palo de la Justicia en el centro de la que hoy es la Plaza 9 de Julio.
Entre otros personajes ilustres y vecinos, asistió al acto de fundación el Obispo Don Fray Francisco de Victoria, responsable del envío de dos imágenes religiosas desde España y a través del puerto del Callao: una de Cristo Crucificado, destinada a la Iglesia Matriz de Salta, y la Virgen del Rosario para el templo de Santo Domingo en Córdoba.
Así comienza la historia del Milagro en Salta, ya que ese Cristo es el actual patrono de Salta, el Señor del Milagro.
Cómo se origina Salta
El lugar donde se fundó la ciudad en el año 1582, es lo que hoy se denomina casco histórico, y que es conocido como el centro financiero y comercial de la ciudad. Allí se encuentran los edificios más antiguos definidos como patrimonio arquitectónico y cultural por la CoPAUPS como son el Cabildo, la Iglesia Principal (catedral), la Basílica Menor de San Francisco, el Convento de San Bernardo, entre muchos otros.
La diagramación urbana inicial es de forma casi perfecta en damero, y solo se ve alterada por la sinuosa avenida Belgrano, trazada así pues por allí corría antiguamente el curso del río llamado Tineo. Las actuales calles peatonales Alberdi, Florida y Caseros son esencialmente comerciales. La calle Balcarce ubicada entre la Estación Central del Ferrocarril y la Avenida Entre Ríos es el centro de la vida nocturna, con incontable cantidad de reconocidas peñas, discos, restaurantes y bares.
La ciudad toda presenta hoy fuertes contrastes urbanísticos debido al crecimiento que experimentó durante el último medio siglo. Hasta los años 1950 la ciudad crecía en damero, con calles rectas, que se cortaban en ángulo de 90º. Pero a partir de ese año, la explosión demográfica sumada a la falta de planeamiento por parte de las autoridades comunales, hicieron que la capital provincial se expandiera de manera irregular imprimiendo calles sinuosas y curvilíneas en los nuevos barrios.
La primer urbanización de la ciudad de Salta con Hernando de Lerma
Hace 360 millones de años atrás, Salta era un mar de poca profundidad. Luego de su evaporación se configuró un paisaje que incluye, entre las serranías del Este, un cerro que hoy conocemos como “San Bernardo”.
Los primeros españoles en llegar al territorio fueron los comandados por Diego de Almagro en 1535 y ocho años después Diego de Rojas. Se encontraron con una serie de asentamientos indígenas en el perímetro de lo que hoy es el municipio de Salta Capital. El 3 de Abril de 1582, el licenciado en Derecho Hernando de Lerma, llegó como Gobernador del Tucumán, nombrado por el Rey Felipe II, cuando el Virreinato del Perú era gobernado por el Virrey Francisco de Toledo para fundar la provincia el 16 de Abril de 1582.
En ese momento se constituyó un primer tejido urbano, mediante el reparto de terrenos entre los miembros del grupo conquistador-fundador, y que constaba de 3 cuadras de ancho por siete de largo. Se plantó el Rollo o Picota en el mismo lugar que hoy ocupa el centro de la plaza 9 de Julio.
Hacia el norte tomaron por límite natural el Tagarete del Tineo. Vocablo indígena cuyo significado por aproximación indica “ni tan ancho como un río, ni tan angosto como un canal”. Era un desagüe natural, que ocupaba lo que actualmente conocemos como Avenida Belgrano.
Hacia el sur, el Río Primero que ocupaba lo que hoy conocemos como calles San Martín y Alvarado. Su cauce fue modificado en 1653 por encargo de Arias Rengell.
Al este tomaron de referencia la Zanja de San Bernardo, un antiguo cauce del Río La Caldera, que actualmente está encauzado en el canal que va por debajo de las avenidas Batalla de Salta (ex Virrey Toledo) e Hipólito Irigoyen.
Si bien en la provincia habitaban múltiples comunidades tribales, los asentamientos indígenas en la zona que hoy se conoce como capital de Salta están poco estudiados, y solo las excavaciones como motivo del crecimiento de la ciudad, fue develándolos, mediante los vestigios de yacimientos arqueológicos. Los materiales encontrados eran en su mayoría cerámica de tipo utilitario, pocos tejidos y casi nada de arte metalúrgico.
Uno de los yacimientos detectados se ubica frente a los “Tres Cerritos”, en las cercanías al barrio Mariano Moreno donde hoy se encuentra Gendarmería Nacional. Esta zona fue ocupada por la comunidad “Los Chachapoyas”. Es en esta única zona, que durante la obra de construcción de la Destilería, se encontraron pectorales de oro entre otros elementos utilitarios.
Otro de los asentamientos donde se encontraron pictografías, cerámicas y urnas funerarias estuvo entre la Terminal de Ómnibus, el cementerio de la Santa Cruz hasta Av. Artigas.
En la zona Oeste de la ciudad existió una laguna de cuatro cuadras de diámetro, en lo que hoy se conoce como villa Las Chartas.
Algunos historiadores afirman que la comunidad indígena que vivía en los alrededores de dicha laguna se llamada “Los Saltas”, y otros remiten simplemente al vocablo Aymará “Sagta” (Lugar hermoso) para referir el origen del nombre de nuestra ciudad. Lo cierto es que un tercer polo arqueológico se ubica en el perímetro ubicado entre San Martín y Esteco.
Otro asentamiento aborigen inexplorado se ubica en la zona de Avenida Paraguay y Bélgica, debajo del estacionamiento del predio que hoy ocupa un gran supermercado y el CCM.
La documentación histórica, desvirtuada por distintos intereses, no registra de forma objetiva el aspecto demográfico, por lo cual es muy difícil establecer la cantidad exacta de habitantes indígenas como de españoles en la época que va desde 1535 a 1582. Se habla de un tiempo “Prehispanico” con dos fases: una fase pre-Incaica con presencia de comunidades tribales que datan de hace más de cinco mil años y una segunda fase Pos- Incaica, a partir de la llegada del Imperio invasor en 1480 y que cincuenta y cinco años después sería contaminada (en 1535) con la llegada de los primeros españoles a la zona como ya se mencionara.