El precio de la carne continúa imparable…. durante el mes de abril subió más de un 8% mensual y el valor promedio del kilo superó los 1.000 pesos. Se trata de un relevamiento realizado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna en 80 carnicerías y 40 supermercados. También aumentó el precio del pollo un 10,7% y el cerdo un 7,6%.
El flagelo de la inflación no cede en Argentina y el salario y poder adquisitivo de los salarios se resquebraja día a día. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer ayer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de abril, con datos por demás preocupantes. Según el organismo nacional, los precios subieron 6% en relación a marzo, acumulando un aumento del 23,1% en los primeros cuatro meses del año y registrando un salto interanual del 67,9%.
Por supuesto que la carne no fue ajena a esta espiralización y sus precios también tuvieron un importante incremento. Así lo afirma el informe mensual de precios minoristas del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (IPCVA), que arrojó un aumento del 8,4% en abril en comparación con marzo y una suba respecto al mismo mes del año pasado del 67,9%, en ambos casos por encima de la inflación general. Así, el precio promedio pasó de $975,41 a $1.057,74 por kilo.
Los incrementos relevados en más de 80 carnicerías y supermercados en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) fueron generalizados en los más de 20 cortes revisados, ya que ninguno mostró estabilidad en sus valores respecto a marzo, mucho menos bajas, a pesar de la intervención que todavía mantiene el Gobierno nacional en el mercado cárnico con la prohibición de exportar siete cortes parrilleros y el establecimiento de cupos para los embarques.
Según el informe, una buena cantidad de cortes exhibieron alzas superiores al 10%: las hamburguesas congeladas por cuatro unidades presentaron un incremento del 14,6%, seguido por el osobuco, con el 12,2% y la picada especial con el 11,1%. También el peceto y la tapa de nalga tuvieron aumentos de dos dígitos, mientras que cortes parrilleros como el asado, el vacío y la tapa de asado concluyeron el mes con saltos del 7,3%, 7,8% y 9,4%, respectivamente.
Por otro lado, las mayores subas se registraron en los barrios de nivel socioeconómico medio, escalando los valores un 10,2%, mientras que en aquellas zonas de ingresos bajos el alza fue del 6,9%. Respecto a los puntos de ventas, las carnicerías lideraron el alza, con saltos del 9,5% en sus valores promedios alcanzado un acumulado en los últimos 12 meses del 71,4%, mientras que los supermercados exhibieron subas del 5,9% para trepar en la comparación interanual a 59,4%.
Según detalló el informe, en los casos de los cortes de mayor consumo, como son aquellos utilizados en la preparación de milanesas, el kilo de nalga está $182 más caro en carnicerías respecto a los supermercados, como así también sucede con el asado, con una diferencia que alcanza los $ 102 por kilo. Caso contrario ocurre con la carne picada, que se encuentra $27 más cara en los grandes centros de compras.
Por supuesto, este salto en los precios no fue exclusivo de la carne vacuna, sino que la del pollo y el cerdo también treparon de manera contundente en abril, inclusive por encima de lo registrado en la primera. Según el IPCVA, el kilo de carne de pollo subió 10,7% respecto a marzo y tuvo una variación positiva interanual del 68,8%, mientras que el pechito de cerdo avanzó 7,6% el mes anterior y tuvo un incremento respecto al mismo mes del año pasado del 54,6%.
De esta manera, el valor que debe pagar el consumidor por un kilo de pollo pasó de $ 265,50 en marzo a $293,89, mientras que el corte de cerdo tuvo un incremento de $ 641,21 a $ 689,93. Respecto a las diferencias de precio entre las carnicerías y los supermercados, el pechito de cerdo resulta $50 más económico en las primeras; mientras que el precio del pollo fresco entero resulta inferior en $50 por kilogramo en las grandes superficies.
Teniendo en cuenta estos números y las subas de las carnes, el trabajo remarcó que en los últimos doce meses, “la carne vacuna tuvo un precio relativo moderadamente inferior, (-2,3%), al registrado un año atrás frente a la carne aviar, ya que en abril de 2021 podían adquirirse 3,86 kilogramos de pollo fresco entero con un kilogramo de asado y en el último abril de 2022 la capacidad de compra del corte asado (carne vacuna) en términos de carne aviar se redujo a 3,57 kilogramos. Sin embargo, frente al pechito de cerdo, el asado mostró un precio relativo moderada a significativamente superior, (+6,7%), y el poder de compra de la carne vacuna se incrementó de 1,43 a 1,52 kilogramos de carne de cerdo comparando los meses de abril de 2021 y 2022″.