El principal ente económico del país decidió adaptar el sistema de pagos del comercio exterior. «Van en el sentido de poner en orden las cuentas públicas, no creemos que se pueda seguir viviendo con el déficit fiscal, hay que corregirlo», aseveró el presidente Alberto Fernández desde Alemania.
El Banco Central decidió adaptar el sistema de pagos del comercio exterior, para responder a las necesidades extraordinarias de divisas para atender la importación de energía, con el objeto de sostener el crecimiento económico, el nivel de actividad de las pymes y evitar maniobras especulativas sobre las importaciones.
Las medidas extienden el sistema de financiación de importaciones a las realizadas bajo Licencia No Automática y a la importación de servicios y tendrán vigencia por un trimestre, para dar tiempo a la normalización del comercio exterior, precisó la entidad monetaria este lunes en un comunicado.
En este marco, las pequeñas y medianas empresas quedarán exceptuadas de las exigencias vigentes de financiar sus importaciones por un incremento de 15% respecto al año anterior, con un límite de hasta un millón de dólares.
Desde Múnich, Alemania, donde participa como invitado en una reunión del Grupo de los 7 (G7), el presidente Alberto Fernández dijo que las medidas anunciadas por el Banco Central «van en el sentido de recuperar reservas, un objetivo importante, y también poner en orden las cuentas públicas, no creemos que se pueda seguir viviendo con el déficit fiscal, hay que corregirlo».
«Hay que hacerlo paulatinamente, no salvajemente. La economía tiene que mejorar pero el estado tiene que hacer su parte también», señaló el jefe del Estado en una conferencia de prensa en la que pasó revista a temas nacionales e internacionales.
Por su parte, el titular del Banco Central (BCRA), Miguel Pesce, enmarcó las medidas cambiarias tomadas por la entidad en el «momento complejo» que se está atravesando, en el cual «las importaciones de energía vienen creciendo mucho» por el aumento de precios a nivel internacional.
Pesce dijo que confía en que estas medidas permitan generar un ahorra de alrededor de US$ 1.000 millones por mes, lo que se vería reflejado en una mejora en las reservas del Banco Central.
A tono con las palabras del jefe del Estado y del titular del Banco Central, el ministro de Economía, Martín Guzmán, subrayó que «el objetivo es priorizar las divisas. Las medidas que se toman son las que se tienen que tomar porque la economía la necesita».
En un reportaje con Radio Con Vos, el titular del Palacio de Hacienda señaló que con las medidas anunciadas hoy «el Banco Central está adaptando ciertos aspectos de la política de administración del comercio exterior».
«Se flexibiliza la normativa para acceso inmediato a divisas para las pymes que hubieran importado hasta un millón de dólares el año pasado. Eso se flexibiliza a un 115%, lo que significa más divisas para las pymes», dijo el funcionario, tras lo cual precisó que «quienes tenían licencias no automáticas (de importación) tienen el mismo tratamiento que quienes tenían licencias automáticas. Se actualiza la lista de bienes suntuarios y la normativa para el acceso a divisas de bienes de capital y divisas».
Scioli busca «consolidar una política productiva»
Por su parte, el ministro de Desarrollo productivo, Daniel Scioli, destacó las nuevas medidas sobre el acceso a divisas para importaciones dispuesta por el Banco Central (BCRA) y apostó a «consolidar una política productiva y dejar atrás para siempre la política especulativa financiera».
En declaraciones a Radio 10, Scioli confió en «lograr revertir esta situación que se está dando coyuntural con el tema de las reservas, promoviendo exportaciones».
«Acumular reservas es uno de los componentes para lograr ir reduciendo la inflación», dijo el flamante ministro.
Uno de los tópicos destacados por Scioli fue un planteo que hizo a Pesce y a Guzmán sobre «la posibilidad de insertar una diferenciación de las pymes en esta medida, han accedido, para que las pymes que importan hasta US$ 1 millón por año queden exceptuadas».
Respecto a esta medida, el BCRA precisó que las pequeñas y medianas empresas quedarán exceptuadas de las exigencias vigentes de financiar sus importaciones por un incremento de 15% respecto al año anterior, con un límite de hasta un millón de dólares.
La entidad monetaria detalló además, que en el nuevo esquema de pagos, quienes operen en el SIMI A (Sistema integral de monitoreo de importaciones) -que comprende a licencias automáticas de importaciones- mantendrán el acceso al mercado de cambios por el equivalente al promedio mensual de importaciones de 2021 más 5% o de 2020 más 70%.
En tanto, las SIMI B correspondientes a las Licencias No Automáticas podrán acceder al mercado a partir de 180 días del despacho a plaza.
El SIMI, según detalla la página web de la AFIP, es un instrumento que permite priorizar los controles y la gestión de riesgo sobre las mercaderías, homogeneizar la información, facilitando el intercambio de información con los organismos externos.
Además, el Banco Central, en coordinación con el Ministerio de Desarrollo Productivo, dispuso ampliar las posiciones arancelarias de bienes equivalentes a los producidos en el país que tendrán acceso al mercado a partir de 180 días y la de bienes suntuarios que podrán acceder a partir de los 360 días.
En cuanto a las importaciones de servicios, se equiparan en el tratamiento a la de bienes, permitiendo el acceso al mercado por el mismo monto que en 2021 y en caso de superar el importe el saldo a 180 días.
De esta manera, impulsan la recuperación del crédito comercial que Argentina vio caer significativamente como efecto de la pandemia por Covid-19.
En cuanto a las importaciones de bienes de capital, se estableció una regla que permite pagar el 80% del valor en puerto de origen y el 20% restante con la nacionalización de los mismos.
De manera complementaria, se facilitará la prefinanciación de exportaciones lo cual acelerará el ingreso de divisas especialmente del complejo cerealero, pasando la obligación de liquidar las divisas que se ingresen de 5 a 15 días, y la financiación a largo plazo para precancelar deudas locales en moneda extranjera.