El Gobernador Sáenz participó en Orán de la Beatificación de los Mártires del Zenta

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El Papa Francisco autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos a promulgar los Decretos relativos al martirio de los Siervos de Dios Pedro Ortiz de Zárate, sacerdote diocesano, y Juan Antonio Solinas, sacerdote profeso de la Compañía de Jesús.

El gobernador Gustavo Sáenz participó del Santo Oficio de Beatificación de los Mártires del Zenta, siervos de Dios, Don Pedro Ortiz de Zárate y el Padre Juan Antonio Solinas, que se realizó en el Parque de la Familia de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán.

Con la participación de alrededor de 20 mil fieles y peregrinos, la ceremonia fue presidida por el cardenal Marcello Semerano, que en Roma se encarga de las Causas de los Santos y vino especialmente para hacer esta beatificación, junto al obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Vicente Ojea y monseñor Luis Antonio Scozzina OFM, obispo de Orán.

Durante la celebración, el Obispo de Orán agradeció especialmente al gobernador Sáenz “que se puso la camiseta de los Mártires” para hacer realidad esta causa y la beatificación en la tierra donde los beatos vieron, han crecido y dado testimonio de su fe y testimonio con la sangre.

Al referirse a esta fiesta histórica para la comunidad diocesana de Orán y todos los argentinos, Sáenz manifestó su emoción por la beatificación de los Mártires del Zenta, que confirma la devoción del pueblo del noroeste argentino.
El 13 de octubre S.S. el Papa Francisco autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos a promulgar los Decretos relativos al martirio de los Siervos de Dios Pedro Ortiz de Zárate, sacerdote diocesano, y Juan Antonio Solinas, sacerdote profeso de la Compañía de Jesús.

Sobre los Mártires del Zenta

La Canonización de los Siervos de Dios, Don Pedro Ortiz de Zárate (Pbro.) y Juan Antonio Solinas S.J. fueron martirizados mientras realizaban su labor misionera entre Tobas, Mocovíes y Mataguayos en 1683.

Con la esperanza que brota de la fe cristiana, se puede confiar que aquellas vidas entregadas en el siglo XVII, unidas a la de otros mártires de aquel tiempo, han sido verdaderamente «semillas de cristianos».

El aporte más importante de este testimonio martirial ha de ser el ejemplo y estimulo que ofrece a todo el pueblo de Dios, llamado a la Santidad.

Desde los tiempos del Papa San Juan Pablo Vi, la Iglesia ha sentido la reiterada invitación a vivir con renovado espíritu su misión evangelizadora en el mundo sin reparar en sacrificios, y siguiendo los ejemplos heroicos de amor a la verdad. Muy fuerte resonó luego en América el apremiante llamado del Papa San Juan Pablo II a emprender una «nueva evangelización» diciendo «Desde estas tierras que vieron el alba de la fe en el Nuevo Continente, es natural que evoque la obra evangelizadora de la Iglesia en América Latina, iniciada con el descubrimiento.

Obra erizada de dificultades, marcada por limitaciones y lagunas, pero también por generosos y admirables logros. Un llamado que en los años siguientes fue repetido y extendido en otras ocasiones por el mismo Papa, inspirando la renovación pastoral de numerosas Iglesias.

Sobre la Causa

El Nihil Obstat fue concedido el 8 de marzo de 2002 y el 1 de mayo de 2007 se decreta formalmente la apertura de la Causa.

El 13 de octubre de 2021, durante la audiencia concedida a Su Eminencia Reverendísima el Sr. cardenal Marcello Semeraro, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el Sumo Pontífice autorizó a la Congregación a promulgar los Decretos relativos a el martirio de los Siervos de Dios Pedro Ortiz de Zárate, sacerdote diocesano, y Juan Antonio Solinas, sacerdote profeso de la Compañía de Jesús, asesinados por odio a la fe el 27 de octubre de 1683 en el Valle del Zenta (Argentina).