En lo que va de septiembre a través del mecanismo se liquidaron u$s4.200 millones. Gobierno confía alcanzar la meta de los u$s5.000 millones. Exportadores temen caída en el flujo de ventas.
El dato es clave y lo estaban esperando todos los operadores del mercado para determinar los alcances que había tenido la medida del Banco Central, y su posterior aclaración, de que de ahora en más las empresas, acopios y cooperativas que vendieron granos a través del dólar soja no podrán comprar dólares financieros. Lo cierto es que el primer resultado no mostró un cambio de tendencia porque este martes a través de este mecanismo ingresaron casi u$s335 millones, y en lo que va del mes el acumulado es de unos u$s4.200 millones, cifra bastante cercana a la meta de u$s5.000 millones que había estipulado el Gobierno para todo septiembre.
Si bien todavía no hay nada dicho, por lo pronto quedan ocho días hábiles para que los productores puedan acceder al dólar soja a cambio de vender su mercadería, mecanismo mediante el cual se llevan comercializadas unas 9 millones de toneladas, por lo que la mirada del Gobierno es que, a pesar del “ruido” que generó en el campo la nueva resolución del BCRA, todo indica que se llegaría a la meta de los u$s5.000 millones.
Por otro lado, se abre otra ventana a tener en cuenta. Es que la medida del BCRA, luego de su posterior aclaración alcanza a acopios, cooperativas y empresas, pero no a personas físicas. Otra aclaración válida es que las grandes agroexportadoras desde hace más de dos años no pueden acceder al dólar financiero, también por resolución del Central. Así es que los productores, en caso de querer comprar dólares financieros por cuenta propia, podrían hacerlo y eso trajo quizás un poco de tranquilidad al mercado.
Mientras tanto, Gustavo Idígoras, de CIARA CEC, adelantó que “la medida definitivamente tendrá un impacto en el flujo de comercialización de los próximos días de las cooperativas y sociedades agrícolas”. Hasta el momento se venían vendiendo unas 400.000 toneladas promedio por día y según el líder de las grandes exportadoras todavía puede haber una caída sustancial porque los productores que venden soja por cuenta propia son una pequeña proporción en el negocio agrícola.
Otra cuestión para nada menor es que a partir de la primera resolución del BCRA, que dejaba afuera a todos los productores agropecuarios para poder operar en el mercado de cambios, en seguida en el campo se encendieron las luces de alarma porque justamente la promesa explícita del secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, y del ministro Massa iba en la dirección contraria. Justamente cuando el Gobierno buscaba un mayor acercamiento con el sector se tensó la cuerda y esa relación hoy parece haber quedado bastante lejos del ideal que imaginaba Massa al comienzo de su gestión.
En la misma línea el jueves pasado la Mesa de Enlace se reunió con Bahillo y le solicitó explícitamente que se reviera la medida del BCRA que encareció el crédito para aquellos productores que conserven en sus silos más del 5% de su cosecha. El secretario tomó nota pero no prometió nada. En la vereda de enfrente los líderes de CRA, Coninagro y Federación Agraria sí hicieron una promesa y fue que, si esa medida no se eliminaba, cortarían de plano el diálogo con el Gobierno. Algo que ya hizo directamente la Sociedad Rural semanas atrás, cuando avisó que no se reuniría con Bahillo.
En definitiva, una vez más, hay ruido en la comunicación entre el campo y el Gobierno. Esta vez desde el sector productivo señalan que, a pesar el mecanismo de incentivo para vender soja, desde el Gobierno habían descartado cualquier otro avance sobre el sector. La suba de tasas y la prohibición de acceder al mercado de cambios de las empresas agrícolas, acopios y cooperativas dispuesta por el BCRA estaría bastante lejos de esa promesa inicial. Es por eso que el descontento se volvió a expandir como reguera de pólvora en el campo y todavía no se conocen los reales alcances.