Las cámaras del sector manifestaron su preocupación por los cambios en la política de venta por parte de los laboratorios. Una reducción en los descuentos ofrecidos pone en peligro la atención y la venta de productos. Los más perjudicados son los afiliados al PAMI.
Farmacias de todo el país manifestaron su preocupación por un reciente cambio en las condiciones comerciales de compra de productos por parte de los laboratorios y advirtieron que, de no darse marcha atrás con la misma, habrá faltante de medicamentos y dificultades para cumplir con las prestaciones del PAMI. En paralelo, los laboratorios buscan negociar el acuerdo de precios con el gobierno bajo nuevas condiciones.
De acuerdo a fuentes del sector en los últimos días los laboratorios acordaron reducir sensiblemente el porcentaje de descuento que, a través de las droguerías, le ofrecen a las farmacias.
Actualmente, la cifra acordada entre las empresas fabricantes de medicamentos para venderle a las farmacias se ubica entre un 12% y un 18% de descuento. Sin embargo, en los últimos días tomaron la decisión de revisar y modificar dicha política comercial.
A raíz de ello, a partir del 1 de diciembre las droguerías comenzarán a ofrecerle sus productos a las farmacias con un descuento del 7%. Desde el sector farmacéutico informaron a este medio que esta decisión tendrá un impacto en la rentabilidad de los comercios, la cual bajaría desde el 3% y 5% actual hasta un 2%.
Por este motivo, la Asociación de Propietarios de Farmacias de la República Argentina (ASOFAR), la Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (FACAF), la Federación Farmacéutica (FEFARA) y la Asociación de Farmacias Mutuales y Sindicales de la República Argentina (AFMSRA), expresaron su preocupación y advirtieron sobre serios problemas en la atención diaria.
La respuesta de las cámaras de dueños de farmacias se hizo a través de un comunicado, en el cual señalaron que decisión de los laboratorios «traerá aparejado un quiebre en la rentabilidad de las farmacias».
Además de exponer las complicaciones que traerá para los dueños de las farmacias, también adelantaron que «dificultará la atención de la seguridad social, impidiendo a la población la accesibilidad del medicamento en los mostradores». Y aclararon: «Frente al PAMI expondremos con claridad que esta baja de rentabilidad hará imposible su atención».
«Las entidades farmacéuticas nos hemos hecho eco de lo antes expuesto (…). La intención es poner en conocimiento de nuestros clientes y pacientes sobre los problemas que tendremos para reponer el stock», ampliaron.
Al mismo tiempo, remarcaron que harán «lo que esté a nuestro alcance para evitarlo». Y señalaron que una de las acciones que tomarán en las próximas horas será acudir ante los reguladores del Estado «para que en una mesa de negociación logremos detener este intento perjudicial».
Por último, también alertaron que el impacto en la rentabilidad traerá dificultades para hacer frente a los incrementos de salarios acordaros en paritarias. «Será muy difícil cumplir con los compromisos salariales acordados con nuestros trabajadores si esto se lleva adelante», puntualizaron.
En ese marco, las cámaras del sector convocaron a una reunión de farmacias que se llevará a cabo el 17 de noviembre a las 15 en el Hotel Novotel, ubicado en la Ciudad de Buenos Aires, para evaluar los pasos a seguir.
A pocos días de que venza el actual acuerdo de precios de medicamentos, que finalizaría el 18 de noviembre, las farmacéuticas pretenden añadir nuevas condiciones al pacto en caso de que se confirme una prórroga, mientras el Gobierno de Alberto Fernández intenta bajar los altos índices de inflación.
Por ahora, el convenio firmado el 19 de septiembre del 2022 determina subas máximas para los siguientes 60 días, con un tope de hasta un punto porcentual por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC), reportado en el mes anterior. Se trata del mismo acuerdo que ya se había firmado el 19 julio, y luego se extendió.