Los ocho rugbiers encontrados culpables del homicidio, por el momento, están alojados, de a dos, en la Alcaidía de Melchor Romero y aislados del resto de la población carcelaria; una vez que que se fije su nuevo destino podrían ser todos separados.
Luego de conocerse la sentencia del tribunal en el día de ayer, los ocho sentenciados por el homicidio de Fernando Báez Sosa perpetrado el 18 de enero del 2020, dejaron la ciudad de Dolores y fueron trasladados a la Alcaidía de Melchor Romero, en La Plata, donde cumplieron la prisión preventiva hasta el inicio del juicio oral y público. Pero será solo un destino transitorio. Los cinco condenados a prisión perpetua y los tres sentenciados a 15 años de cárcel podrían ser alojados en unidades penitenciarias de máxima seguridad, como la de Sierra Chica o las de Urdampilleta, en Bolívar, y General Alvear, en Olavarría.
La confirmación fue brindada por fuentes oficiales. “Los presos, hasta que la condena esté firme, están a cargo del tribunal y después del juez de ejecución penal. Todavía el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), que se encarga de su alojamiento, no recibió instrucción del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 1 de Dolores sobre el destino de los ocho condenados. Pero, por las condenas impuestas, todo indica que existe una posibilidad importante que se ordene el traslado a cárceles de máxima seguridad”, explicaron los voceros consultados.
Cabe recordar que al mediodía de ayer lunes 6 de febrero, los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lázzari y Christian Rabaia condenaron a la pena de prisión perpetua a Máximo Thomsen, de 23 años; a Luciano Pertossi, de 21 años; Ciro Pertossi, de 22; Enzo Comelli, de 22, y Matías Benicelli, de 23. En un fallo unánime, los magistrados los encontraron coautores del delito de “homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado por dos o más personas y por alevosía en concurso ideal de lesiones leves [por los golpes que recibieron los amigos de Báez Sosa]”.
Los otros tres acusados, Ayrton Viollaz, de 23; Lucas Pertossi, de 23; y Blas Cinalli, de 21, fueron condenados a la pena de 15 años de prisión. Para los jueces fueron “partícipes secundarios” de “homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado por dos o más personas y por alevosía en concurso ideal de lesiones leves”.
De acuerdo a lo trascendido cuando los detenidos sean trasladados a su nuevo lugar de detención, es muy probable que los ocho condenados sean separados. Puede ser que algunos vayan a la misma unidad penitenciaria, pero que sean alojados en pabellones distintos.
Vía La Nación