La causa por presunto abuso de poder comenzará este jueves. Desde el entorno del ex jefe de Estado no son optimistas y esperan en un fallo desfavorable.
Jair Bolsonaro inicia este jueves un proceso que puede convertirlo en el primer ex presidente de Brasil en ser inhabilitado políticamente por el Tribunal Superior Electoral (TSE) si finalmente determina que incurrió en abuso de poder cuando en 2022 citó en el Palacio del Planalto a un nutrido grupo de diplomáticos extranjeros para persuadirlos de la inseguridad del sistema electoral de su país.
Este escenario de sacarlo de la arena política durante los próximos ocho años, llegaría justo para las elecciones presidenciales de 2030 lo contempla el propio Bolsonaro, quien ha intentado desde entonces restar importancia a aquel encuentro, en el cual, entre otras cosas, se lanzaron infundios sobre las urnas electrónicas.
“Le pido primero a Dios, luego a los jueces, en especial a Alexandre de Moraes y a (Benedito) Gonçalves, del Tribunal Superior de Justicia (STJ), tribunal reconocido y respetado por todos nosotros, que den un juicio justo”, declaró Bolsonaro en una entrevista con CNN Brasil.
Sostuvo que lo que le “está pasando”, lo está “viendo en Nicaragua, donde (Daniel) Ortega persigue los derechos políticos y hasta mete presos a sus opositores”. “Eso es lo que hizo Bolivia no hace mucho. Jeanine Áñez, cuando regresó la formación de Evo Morales, decidieron meterla en la cárcel con la acusación de que había atacado la democracia. Eso es lo que pretenden hacerme”, manifestó.
Durante la entrevista con CNN, Bolsonaro aludió varias veces al juicio electoral al que fueron sometidos en 2017 sus antecesores Dilma Rousseff (2011-2016) y Michel Temer (2016-2018) y que el TSE decidió archivar tras rechazar otras acusaciones diferentes de la inicial.
Corría julio del año 2022, cuando Bolsonaro, quien hacía meses había estado poniendo en tela de juicio la fiabilidad del sistema electoral brasileño, citó a 72 embajadores y personal diplomático en la sede del Gobierno Federal en Brasilia. Aquel evento fue retransmitido por TV Brasil, razón por la cual ha sido acusado de abuso de poder y uso fraudulento de los medios de comunicación públicos.
En aquella reunión, entre otras falsedades, llegó a afirmar que eran empresas externalizadas las que se encargaban del recuento de los votos y no los sistemas del Tribunal Superior Electoral (TSE), cuyos jueces tienen reservadas tres fechas para alcanzar un acuerdo acerca de su inhabilitación.
Además de este jueves, los siete jueces que conforman la corte tendrán dos sesiones más, el 27 y el 29 de junio, para alcanzar un acuerdo. Sin embargo, entre bastidores surge el temor de que alguno de ellos, en especial Kassio Nunes Marques -designado por Bolsonaro-, solicite más tiempo para analizar el caso.
No obstante, lo más probable es que cuando Nunes Marques tenga su turno de palabra, la suerte de Bolsonaro ya esté echada. Tanto el ex presidente brasileño como su círculo más cercano dan por sentado que la votación se cerrará con un incontestable 6 a 1 en su contra.
A pesar de que saliera airoso en esta ocasión, el escenario que tiene ante sí Bolsonaro no es nada esperanzador, pues el TSE tiene en sus cajones otras 16 demandas contra él que podrían certificar su inhabilitación, como la que denuncia la creación de una red de desinformación contra sus rivales, o la de abuso de poder político y económico por distribuir programas de subsidios sociales en campaña