Siguen cayendo las ventas y las exportaciones argentinas

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Los exportadores prevén una caída de sus ventas en 2023 por la sequía y las trabas para conseguir insumos. Una encuesta de la Cámara Exportadora (CERA) reflejó que más de la mitad de las compañías de distintos rubros espera una merma en sus ventas externas superior al 5% respecto del año pasado.

Las exportaciones argentinas siguen cayendo

Horas después de que el INDEC difundiera el saldo comercial del primer semestre, afectado por una retracción en las exportaciones, la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) publicó una encuesta en la que ratifica que, de acuerdo a sus proyecciones, la caída se extenderá a todo el año “El 2023 será un año de importante caída en las exportaciones. Esto se debe tanto a factores exógenos, como la afectación climática de la actividad agrícola-ganadera, como a las restricciones introducidas sobre las importaciones de insumos y repuestos, y sobre el pago de servicios, particularmente, los fletes de exportación”, sostuvo la entidad que enfatizó que la mayoría de los sectores exportadores encuestados esperan una caída significativa en sus ventas al exterior durante 2023. Según el desglose, más de la mitad de las compañías que participaron del relevamiento prevé caída de ventas, en su gran mayoría por encima del 5% respecto del año pasado.

El documento difundido por CERA destacó que uno de los principales problemas que refirieron las empresas es la “incertidumbre regulatoria, seguida por los costos logísticos y la dificultad en el acceso a insumos. Además, detalló que “el contexto macro y las restricciones al comercio van en contra de los esfuerzos de promoción comercial” ya que las ferias comerciales, misiones y rondas de negocios fueron señaladas como el instrumento de mayor conocimiento y uso, pero los encuestados manifestaron que existen diversas oportunidades de mejora.

En el contexto de escaso financiamiento al sector privado, los exportadores, en particular las pymes, indicaron que se financian principalmente con fondos propios. Tienen bajo acceso -aseguró la entidad- al sector bancario y financiero (casi nula participación en el mercado de capitales). Las empresas grandes tienen más respaldo del grupo económico. Según CERA, estos factores han provocado una caída sostenida en la complejidad exportadora y en los exportadores pymes, al punto que el sector pyme representa solamente el 6% de la exportación, cuando un país en desarrollo debiera tener al menos un 18% de participación de los pequeños y medianos exportadores. Otras conclusiones de la encuesta fueron las siguientes:

Una reforma impositiva tendría alto impacto en el sector, particularmente un reintegro correcto y oportuno de los impuestos. Al momento de priorizar, para los sectores que pagan derechos de exportación, este resulta el tema que tendría mayor impacto para lograr un mayor volumen exportado.

Los aspectos más solicitados para la facilitación del comercio son la digitalización (VUCE) y la baja de los costos aduaneros.

En logística, tema crítico para la Argentina que es el país más austral del mundo, los encuestados mencionaron como prioridad bajar los costos de operación en el Puerto de Buenos Aires.

En relación con las barreras que enfrenta el comercio argentino, se señaló que las barreras no arancelarias, en particular, los obstáculos técnicos al comercio.

En tal sentido, el principal obstáculo de los procesos de certificación requeridos para acceder a mercados es la complejidad operativa y su costo. Uno de cada 5 empresas, sin embargo, dijo tener ya alguna certificación en materia de sustentabilidad.

Los acuerdos comerciales con EEUU y la UE son los que tendrían mayor impacto exportador. El sector de alimentos fue el que expresó mayor potencial de crecimiento por acuerdos comerciales. Los encuestados enfatizaron que los acuerdos de armonización regulatoria también tendrían efectos positivos sobre su actividad.

Según resaltó la entidad, desde la realización de la encuesta en mayo 2023, el entorno exportador se ha seguido deteriorando, sobre todo en función del intenso número de comunicaciones del BCRA (una cada 4 días hábiles en el último mes) que afectan directamente el comercio internacional.