Jubilados pierden ante la inflación y los de clase media son los más perjudicados: un nuevo aumento llega justo antes de las PASO

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El voto de los 6,9 millones de jubilados y pensionados que hay en la Argentina será clave en las elecciones presidenciales que vienen.

os jubilados conforman uno de los sectores más postergados en la Argentina, ya que tienen escasas herramientas para defenderse de la inflación, porque la mayoría consume todo el haber que recibe en el consumo, y los gastos de vivienda y medicamentos. Tienen gastos en salud que superan a los del promedio de la población, en un escenario donde sólo los medicamentos aumentaron casi 50% promedio en el primer semestre del 2023.

La estrategia del Gobierno en los últimos años ha sido reforzar con bonos los haberes mínimos. Pero esa medida ha provocado que los jubilados de clase media, que perciben un poco más que la mínima, sean lo que más perdieron frente a la creciente inflación.

Con los datos de costo de vida de la primera mitad del año, cuando los precios subieron 50,7%, los jubilados que cobran la mínima -incluido el bono-, tuvieron una pérdida del 5,2% en su poder adquisitivo con relación a la inflación. Pero en el caso de los que perciben haberes intermedios, la pérdida fue del 9,1%. La jubilación mínima bruta pasó de $50.124 a $70.938 y los bonos de $10.000 a $15.000. En consecuencia, el ingreso mínimo subió de $ 60.124 a $ 85.938, un alza del 42,9% versus el 50,7% de inflación. En tanto, el haber máximo pasó de $337.289 a $477.347, un incremento del 41,5%.

Por su parte, quienes cobran dos veces el haber mínimo, pasaron de $100.248 más $7.000 de bono, a $141.876 más un bono de $5.000. Un aumento del 36,9%. En julio, el ingreso mínimo tuvo un reajuste porque el bono es de $17.000 y en agosto de $20.000. En consecuencia, la cuenta final dependerá de lo que pase con la inflación en esos meses.

Nuevo aumento en septiembre
En septiembre corresponde un nuevo aumento de acuerdo con las variables de evolución de salarios y recaudación del segundo trimestre, que se conocerán por completo el 10 de agosto, justo en vísperas de las PASO.

Se anunciará sin que se conozca el índice de inflación de julio, que recién se divulgará un día después de las PASO.

Según pudo saber iProfesional, se espera que para el 10 de agosto el gobierno realice un esfuerzo adicional y anuncie algún incremento extra para la clase pasiva, que le sirva para sintonizar mejor con ese sector de cara a los comicios que se celebrarán apenas tres días después.

Los jubilados siguen perdiendo ante la inflación y los de clase media son los más perjudicados
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Por qué pierden las jubilaciones frente a la inflación
Especialistas en materia previsional explican que el deterioro previsional se debe a que las jubilaciones y pensiones se ajustan cada tres meses por un índice de movilidad que toma en cuenta la variación de los salarios y la recaudación tributaria que va a la Seguridad Social y que fue variando por debajo de la inflación. Es decir, los ajustes llegan con retraso, en una economía inflacionaria.

El Gobierno fue otorgando bonos o refuerzos que, desde septiembre de 2022, con el costo de vida en franca aceleración, pasaron a ser permanentes. Pero lo que critican los expertos es que los refuerzos se aplican solo a quienes perciben los haberes más bajos.

Esto genera otra inequidad: quienes cobran haberes por encima de la mínima son justamente quienes aportaron 30 años o más, como establecía la ley previsional. Y los que obtienen los bonos son aquellos que se beneficiaron con las moratorias. Es decir, con su política de ajustes previsionales, el gobierno está premiando a quienes se jubilaron gracias a la moratoria, y penalizando a los que cumplieron con sus aportes. El mundo del revés.

A esto se suma que esos bonos no se integran a los haberes, por lo que no se consideran para el cálculo del aguinaldo ni para los siguientes aumentos. Así, por estar excluidos de los bonos, los haberes más altos tienen una pérdida mayor frente al costo de vida. Eso sucede también porque la fórmula de movilidad – que combina salarios con recaudación tributaria que va a la Seguridad Social- no tiene una cláusula de garantía o compensación automática frente a la inflación. Y los bonos solo lo reciben los jubilados y pensionados de haberes más bajos.

Estas pérdidas de la primera mitad de 2023 se suman a las de los últimos años según el siguiente detalle:

Entre septiembre 2017 (base que se toma por el cambio de la movilidad durante el gobierno de Mauricio Macri) y diciembre 2019, con otra fórmula de ajuste, las jubilaciones y pensiones y demás prestaciones sociales tuvieron un deterioro del 19,5% con relación con la inflación.
En 2020, ya con Alberto Fernández, con los aumentos diferenciados por decreto, las jubilaciones y pensiones aumentaron entre el 35,3% y el 24,3% versus una inflación del 36,1%. Una pérdida de entre el 0,6% y el 8,7%.
En 2021, con una inflación del 50,9%, punta a punta, los aumentos fueron del 52,7%. Una mejora del 1,2%.
En 2022, los aumentos fueron del 72,5% versus una inflación del 94,8%. Una pérdida del 11,5%.
El voto de los 6,9 millones de jubilados y pensionados que hay en la Argentina será clave en las elecciones presidenciales que vienen
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De cuánto sería el incremento en el próximo trimestre
El aumento de las jubilaciones y pensiones y demás prestaciones sociales – que abarca a un universo de 17 millones de personas – sería de un 24% entre septiembre y noviembre, según especialistas. A esto se suma un adicional o refuerzo que aún resta definir tanto en su alcance y valor, pero que el gobierno quiere reforzar lo más posible teniendo en cuenta que hará el anuncio días antes de los comicios.

La jubilación mínima es de $70.938 (brutos) más $20.000 de bono. En total $90.938. Con una movilidad del 24%, pasaría a $87.963. Así, sin bono, el jubilado o pensionado de haberes mínimos cobraría menos nominalmente que en junio-agosto, con un fuerte deterioro adicional frente a la inflación. Así, sería necesario un refuerzo o bono, como viene pasando desde el inicio del actual Gobierno. En marzo, la movilidad fue del 17,04% y en junio del 20,92%. Eso arroja un acumulado del 41,5% versus una inflación en el semestre del 50,7%. Con una suba del 24%, durante septiembre, octubre y noviembre el acumulado rondaría el 75,4% entre 9 y 11 meses, muy por debajo de la inflación esperada.

Tras la pérdida del 19,5% de los haberes jubilatorios entre septiembre 2017 y noviembre 2019, durante el anterior Gobierno, el bono previsional para los que cuentan con haberes más bajos debutó con el actual Gobierno. Iba a ser «por única vez» en diciembre 2019, hasta que la inflación creciente trastocó todos los cálculos. Así, se otorgaron bonos de $ 5.000 en diciembre de 2019 y enero de 2020 para las jubilaciones mínimas y otro de $ 3.000 en abril de ese año. En abril y mayo de 2021 se dieron bonos de $ 1.500. En agosto se otorgó un bono de $5.000 y en diciembre de 2021 un bono de hasta $ 8.000.

En 2022, los bonos se hicieron más frecuentes. En abril ($ 6.000) y mayo ($ 12.000), agosto (hasta $ 5.000), septiembre, octubre y noviembre ($ 4.000/7.000), diciembre, enero y febrero 2023 (de $ 7.000/10.000), marzo, abril y mayo ($ 5.000/15.000) y junio, julio y agosto ( entre $ 5.000 y hasta $ 20.000) .