El Gobierno nacional pretende activar el segundo tramo del swap para frenar la escasez de divisas antes de las elecciones

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En su gira internacional previo a las elecciones, Alberto Fernández intentará contar con US$5000 millones del intercambio con el gigante asiático para robustecer las arcas del Banco Central.

En la previa a las elecciones y con una situación crítica de las reservas, Alberto Fernández viaja a China para acelerar la activación del segundo tramo del swap con el gigante asiático.

Según pudo saber TN, el objetivo principal es activar los fondos del intercambio en un intento por contener la escasez de las arcas del Banco Central, que interviene constantemente en el mercado cambiario para evitar una nueva corrida.

Según trascendió, el mandatario buscará tener disponibles US$5000 millones, que no solo le permitirá robustecer las reservas, sino cumplir con los compromisos financieros, como los vencimientos que la Argentina tiene que afrontar con el FMI este mes.

China es actualmente el segundo socio comercial y el segundo destino para las exportaciones argentinas. Además, la Argentina participa en la llamada Nueva Ruta de la Seda y Beijing se ha convertido en un actor clave para asistir al Gobierno nacional con el swap.

“El Gobierno parece mantener el congelamiento cambiario luego de la devaluación post PASO, al mismo tiempo que avanza en ampliaciones del swap para financiar importaciones. En este sentido, el ajuste por cantidades parece postergarse en pos de una mayor ponderación por mantener el nivel de actividad”, planteó la consulta LCG.
En ese sentido, señaló: “Restan pagos por un neto de US$1700 millones con el FMI, por lo que esta partida no será más una función de alivio como lo fue en agosto”.

El BCRA comenzó el décimo mes del año con US$26.635 en sus reservas internacionales. En ese contexto, según estimó la consultora, la entidad monetaria cerrará el año con un total de reservas brutas en torno a los US$27.000 millones. Por ese motivo, el Presidente busca activar cuanto antes los fondos chinos.

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El mandatario llegará a Beijing la próxima semana por invitación de su par Xi Jinping para participar en el Tercer Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional.

Cómo avanzó el swap con China
El intercambio de monedas entre China y la Argentina comenzó en 2009. Luego, en 2014, se firmó un segundo acuerdo que se renovó tres años después y en 2018 se cerró un pacto suplementario. En agosto de 2020 se firmó el entendimiento que fue renovado nuevamente en junio de 2023 por tres años más. Es decir, hasta agosto de 2026.

En abril, Sergio Massa anunció que la Argentina activaba el swap para pagar importaciones con yuanes en lugar de dólares y el 2 de junio, el Gobierno anunció la renovación del acuerdo de monedas por 130.000 millones de yuanes -unos US$19.000 millones- por tres años y que se duplicaría el monto que se puede utilizar. El tramo “de uso” pasó así de 35.000 millones de yuanes a 70.000 millones de esa moneda, equivalente a US$10.000 millones.

La última información sobre el pacto de intercambio de monedas se conoció cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó los aspectos técnicos de la quinta y sexta revisión del programa con la Argentina. Allí, el Fondo explicó que “la línea swap ha sido activada en varias ocasiones para proporcionar apoyo de liquidez a corto plazo, incluso para apoyar la financiación de las importaciones”.
“En enero de 2023 se activó el equivalente a unos US$5000 millones y a mediados de agosto se utilizaron aproximadamente US$3800 millones de dólares del primer tramo”, puntualizó el FMI, que reveló así el monto utilizado por el Gobierno.

De allí se desprende que aún no se había activado el segundo tramo del intercambio, algo que solo sucede cuando se agotan los montos del primero.

Según el reporte del Fondo, el swap de monedas con China tuvo varios usos: para financiar importaciones (US$1800 millones) y cumplir con las obligaciones de deuda con bonistas privados (US$900 millones).

También explicó que se usaron US$1000 millones para cumplir con el Fondo en junio. Y el Banco Popular de China concedió un “préstamo puente” de US$1700 millones para que el gobierno argentino pudiera afrontar los vencimientos con el ente multilateral de crédito en julio. En estas dos ocasiones, por primera vez se utilizaron yuanes para cubrir los compromisos pautados con el FMI. El dinero del “puente” se devolvió en su totalidad y automáticamente después de que el Fondo aprobó la última negociación con el Gobierno.