El grupo islamista también entregó a la Cruz Roja los restos de Oded Lifshitz, de 83 años al momento de su secuestro, cuya identidad fue confirmada tanto por el equipo forense como por la familia.
Hamas entregó este jueves en la Franja de Gaza cuatro ataúdes que el movimiento islamista palestino dijeron que contenían los restos mortales de Shiri Bibas, de origen argentino, y sus dos hijos pequeños, Ariel y Kfir, así como los de Oded Lifshitz, quien tenía 83 años cuando fue capturado.
Sin embargo, tras realizar tareas de identificación en el Centro Nacional de Medicina Forense y la Policía de Israel en Tel Aviv el ejército israelí confirmó que tres de los cuerpos entregados corresponden a Lifshitz y a Ariel y Kfir Bibas, pero afirmó que el cuarto cuerpo no es de Shiri Bibas.
«Cuerpo anónimo»
«Durante el proceso de identificación, se encontró que el cuerpo adicional recibido no era el de Shiri Bibas y no se halló coincidencia con ningún otro secuestrado. Es un cuerpo anónimo sin identificación» señaló en un comunicado. «Representantes de las FDI iformaron ala familia Bibas que sus seres queridos, Ariel y Kfir Bibas, de bendita memoria, han sido identificados.»
La Oficina del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, señaló que la familia Lifshitz también había sido informada de la identificación del cuerpo de Oded. «Representantes del Ejército de Israel informaron recientemente a la familia Lifshitz de que su ser querido, el difunto Oded Lifshitz, fue asesinado en cautiverio por la organización terrorista Yihad Islámica Palestina», detalló en un comunicado
Lifshitz fue periodista durante muchos años, pacifista y uno de los cofundadores del kibutz de Nir Oz, ubicado a apenas 1,5 kilómetros de la divisoria con Gaza y una de las zonas más afectadas por el ataque de Hamas el 7 de octubre de 2023, en el que alrededor de 1.200 personas murieron y otras 251 fueron secuestradas en territorio israelí. Padre de cuatro hijos, abuelo y bisabuelo, el hombre también era conocido por transportar a pacientes con cáncer desde el enclave palestino a hospitales israelíes para recibir tratamiento oncológico.
La entrega de los cuerpos
Antes de entregar los cuerpos a la Cruz Roja, combatientes encapuchados y armados de Hamás expusieron en un escenario en Jan Yunis (sur de Gaza) los cuatro ataúdes con las imágenes de cada uno de los rehenes. Detrás, se podía ver un cartel que decía «El criminal de guerra Netanyahu y su armada nazi los mataron con misiles desde aviones sionistas», junto a una imagen del primer ministro israelí caricaturizado con colmillos y manchas de sangre.
En repudio a la exposición de los ataúdes, Netanyahu afirmó que Israel está enfurecido con Hamas. «Traeremos de vuelta a todos nuestros rehenes, destruiremos a los asesinos, eliminaremos a Hamas y, juntos, con la ayuda de Dios, garantizaremos nuestro futuro», expresó el premier en un video compartido en redes sociales. «Nuestros corazones están rotos, pero nuestros espíritus no», remarcó.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que facilita los canjes de rehenes por prisioneros entre Hamas e Israel, reiteró que la devolución de los restos de rehenes cautivos en Gaza debe realizarse en privado, «Estas operaciones deben realizarse en privado por el máximo respeto al fallecido y a los dolientes», afirmó el organismo en un comunicado. «Hemos sido inequívocos: todas las liberaciones, tanto de vivos como de fallecidos, deben realizarse con dignidad y privacidad», añadió.
Por su parte, Hamas afirmó que ha trabajado para respetar la santidad de los muertos y los sentimientos de las familias durante la ceremonia para la entrega de los cadáveres. «Preservamos la vida de los prisioneros de la ocupación (en referencia a Israel), les dimos lo que pudimos y los tratamos con humanidad, pero su Ejército los mató junto a sus captores», denunció el grupo islamista en un comunicado, recogido por el diario palestino Filastin.
Mientras tanto, cientos de personas se congregaron en el cruce fronterizo de Kissufim, en el sur de Israel, para ondear banderas en tributo a los cuatro rehenes muertos y acompañar a la comitiva que transportó los restos durante todo el recorrido hacia Tel Aviv. Mientras tanto en la «Plaza de los rehenes», el lugar habitual de las protestas para exigir la liberación de los rehenes, varias pantallas gigantes proyectaron fotos de la familia Bibas y de Lifshitz.
Los intercambios entre Israel y Hamas
La entrega de los restos de Lifshitz y de parte de la familia Bibas tuvo lugar dos días antes de que Hamas libere a otros seis rehenes que siguen con vida, identificados como Tal Shoham, Omer Shem-Tov, Eliya Cohen, Omer Wenkert, Avera Mengistu y Hisham al Sayed. Luego de esas liberaciones, Israel procederá a una nueva tanda de excarcelaciones de palestinos, aún sin un número específico.
Mengistu, un etíope-israelí, y Al Sayed, un beduino israelí, fueron secuestrados en 2014 y 2015, respectivamente, después de ingresar a la Franja por su cuenta, tras lo cual fueron detenidos y puestos bajo custodia de Hamas. De esta forma, ambos llevan casi una década retenidos en el enclave palestino.
Hamas afirmó que los seis son los únicos de la lista de 33 pactada para la primera fase del alto el fuego en Gaza, en vigor desde el 19 de enero, que siguen sin vida. Los otros rehenes de la lista son Itzik Elgarat, Shlomo Mantzur, Ohad Yahalomi y Tsahi Idan, si bien las autoridades de Israel sólo han confirmado oficialmente la muerte de Mantzur. A cambio de esa treintena de rehenes, Israel debe liberar a 1.900 palestinos presos, de los que hasta ahora lleva alrededor de 1.100 excarcelados.
Palestinos muertos pese a la tregua
Las negociaciones indirectas de la segunda fase, que debería poner fin a la guerra, se retrasaron, con Israel y Hamas acusándose mutuamente de violar el alto al fuego. Según cifras que publica diariamente el Ministerio de Sanidad gazatí, más de 40 palestinos han muerto por fuego israelí desde que entró en vigor la tregua. Sin ir más lejos, este jueves fuentes del hospital Al Ahli de la Franja y la agencia palestina de noticias WAFA indicaron que las fuerzas israelíes mataron en el barrio Shujaiya de Gaza a un joven palestino de 23 años, llamado Mohammed Obaid, cuando regresó para ver cómo estaba su casa.
El Ejército israelí informó en un comunicado de que sus militares abrieron fuego para repeler a varios sospechosos que se acercaron a las fuerzas que operaban en varias zonas de la Franja de Gaza y representaban una amenaza para ellas. «En el norte de la Franja identificaron a varios sospechosos que se acercaban a ellos y dispararon para ahuyentarlos y, al ver que uno de los sospechosos siguió avanzando hacia la fuerza y representó una amenaza inmediata para ellos, le dispararon más tiros para eliminarlo», argumentó la nota castrense.
El miércoles, las fuerzas israelíes mataron por disparos a un joven de 16 años, identificado como Mahmud Ibrahim Abu Zakar, en la zona de Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza. Tras estas muertes, la cartera de sanidad gazatí elevó a más de 48.319 el número de muertos y a 11.749 la cantidad de heridos, desde el comienzo de la guerra en octubre de 2023. Asimismo, subrayó que aún hay víctimas bajo los escombros y tiradas en las calles, ya que las ambulancias y los equipos de Protección Civil no pueden llegar hasta ellos, antes de pedir a los familiares de los desaparecidos y los muertos que inscriban sus nombres en el listado oficial para intentar completar el balance de la forma más precisa posible.
El futuro del enclave tras el conflicto es igualmente objeto de intensas discusiones, especialmente después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planteara un desplazamiento forzoso de población palestina a países de la región e incluso pusiera sobre la mesa que Washington controle el territorio, algo rechazado ya por la Autoridad Palestina, Hamas, otras facciones palestinas y la mayoría de la comunidad internacional.