Pese al derrumbe del precio del petróleo, la Nafta, no bajará.

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Esta semana, los valores en las cotizaciones del barril de Brent, de referencia en la Argentina, cayeron a niveles de 1991. Pero no habrá descenso en los valores de los combustibles porque esa decisión golpearía a la recaudación, empleo, YPF y Vaca Muerta.

El Gobierno nacional, las petroleras y las provincias siguen con atención y preocupación la evolución del precio del petróleo a su menor nivel en 29 años como consecuencia de la crisis en la OPEP y el alerta global por el coronavirus.

Este lunes cerró con precios del Brent -que se toma de referencia en la Argentina- en US$ 34,42 el barril (-24%) y del crudo WTI que cerró a US$ 30,96 (-25%), una caída que por la magnitud diaria no se registraba desde 1991, en ocasión de la Guerra del Golfo.

A pesar de la caída, nuestro país no espera que los valores de los combustibles vayan a descender. «Se sigue de cerca la evolución de los precios internacionales y se analizan medidas orientadas a garantizar el empleo de los argentinos», dijo una fuente gubernamental, quien aseguró que «se van a convocar a todas los sectores del sector con el objetivo de consensuar medidas en esa dirección».

Por el momento se trata a esta baja del barril de crudo como un episodio puntual generado por fuertes diferencias de criterio entre Rusia y la OPEP, y el alarmante crecimiento de casos de coronavirus, en especial en Italia, lo cual está disparando medidas excepcionales y preanuncia una recesión a escala planetaria.

Los precios actuales de los combustibles reflejan un barril de petróleo a cerca de US$ 50, al tipo de cambio oficial. La decisión oficial de no disminuir los valores de los combustibles en las estaciones de servicio se apoya en varios argumentos, ya que una baja de precios puede desencadenar en menor recaudación impositiva, disminución de la actividad y del empleo, descenso de las regalías que cobran las provincia, además de significar otro golpe para YPF, que sufrió un inédito derrumbe en Wall Street, y para el desarrollo de Vaca Muerta.

Además en el país los precios de los combustibles intentan reflejar la cotización del petróleo en base a una serie armada sobre un «promedio móvil» de un mes. Así, debería consolidarse una baja de precios a lo largo de más de cuatro semanas para que exista alguna posibilidad de que los bolsillos de los consumidores tengan un respiro.

Por su parte desde el Gobierno nacional se confirmó que se convocará a las empresas petroleras para analizar un conjunto de medidas orientadas a «garantizar el empleo de los argentinos», que podría verse afectado por el impacto local de la fuerte caída de los precios internacionales del crudo.

Fuentes oficiales informaron que el gobierno «sigue de cerca» la evolución de los precios del petróleo que registró caídas de hasta un 25% durante la jornada de ayer lunes y analiza «alternativas de medidas a consensuar» para atenuar el impacto que la situación puede tener en el país.

El problema no sólo afecta a las operadoras en el no convencional de Vaca Muerta, sino también a las operaciones convencionales de provincias como Chubut y Santa Cruz, ya que de no haber un acuerdo global podrían ser las primeras afectadas en la baja de equipos y por ende la concreción de despidos.

La idea en el Gobierno es «resolver a la brevedad posible las medidas alternativas para las cuales hay algunas opciones avanzadas para encontrar un esquema que no afecte principalmente al empleo» del sector hidrocarburífero, planteó la fuente.

El Gobierno aún no dejó trascender si la convocatoria a las petroleras se extenderá a las empresas de servicios -grandes responsables del empleo- y de las provincias hidrocarburíferas que aún no se expresaron al respecto.

El riesgo mediato de la caída de precios del Brent y del WTI repercute en las inversiones y en el nivel de actividad de todo el rubro petrolero, por lo que el objetivo del Gobierno es mantener los equipos y los empleos que las compañías tienen en cada una de las formaciones.

Vía: Télam /el sol