El Presidente recibe presiones para hacer más cambios en el gabinete. Quieren combatir a los «arbolitos» para captar dólares de los turistas extranjeros.
En lo peor de la crisis, el gobierno de Alberto Fernández está a la deriva. Se conoció este jueves la inflación de junio de 5,3%, el 64% anualizada, el dólar blue tocó el máximo de 289 pesos, la Ciudad quedó paralizada por las marchas piqueteras, se conocieron más internas y más renuncias. El nuevo equipo económico quiere flexibilizar el cepo a las importaciones y el presidente discute con sus socios del Frente de Todos más cambios de gabinete que, por ahora, no quiere permitir.
la ministra de Economía, Silvina Batakis, considera que el número de inflación fue muy malo pero presagia que el de julio será peor.
Varios funcionarios propios y extraños comienzan a dejar solo al presidente y tienden puentes con la vicepresidenta Cristina Kirchner. Batakis prepara medidas para pasar el invierno hasta y poder respirar en el verano sin tanto gasto en importaciones de energía -gas para calefacción- , que asfixia a las arcas públicas.
El Banco Central flexibilizó el cepo de importaciones
Batakis coordinó con el Banco Central este jueves la mejora de las condiciones para las importaciones del sector productivo destinadas a la importación de bienes y servicios asociados con el sector productivo. Apunta a la actividad energética, la producción de fertilizantes y fitosanitarios, los insumos destinados a elaborar productos para la exportación y la industria automotriz.
El presidente visitó este jueves la planta de Honda Argentina que alcanza la producción de 1.200.000 motos desde 2006. Intenta dar señales de reactivación. Pero después se internó en la residencia de Olivos.
La ministra necesita «pasar el invierno». El Gobierno señala que transita un cuello de botella estacional de energía: el millón de BTU, por la guerra, escaló de 3,5 dólares a 51, con récord de importaciones que generan un desfasaje fiscal abismal. En agosto o septiembre próximos, pasado el tsunami, espera poder acomodar los números. Mientras abriga esa expectativa, tomará distintas herramientas.
Una de ellas es tratar de captar el dólar receptivo: el 80% de los dólares que ingresan por turismo de extranjeros se va a los “arbolitos” y sólo un 15 y 18% queda en el mercado legal. Se está pensando en una medida para rescatar la moneda extranjera que va a las «cuevas».
«La idea es restringir los dólares para el ‘ocio y apuntar a los dólares para la producción para crear trabajo genuino, aunque no es de un día para otro», señalan fuentes cercanas al equipo económico.
«Generamos compromisos pero cada uno luego hace su juego»
“Estamos teniendo reuniones y hay compromisos mutuos, pero después cada uno hace su juego. Estamos en un momento clave y daremos todas las señales de que Batakis va a ir para adelante y que es capaz de alcanzar estas metas y medidas que hizo públicas”, dijo a A24.com un funcionario de la Casa Rosada, resignado a dar malas noticias.
Silvina Batakis, Daniel Scioli y Miguel Pesce se seguirán reuniendo con empresarios, supermercadistas e industriales para flexibilizar el cepo a las importaciones de insumos. Pero cierran el torniquete de los dólares para el turismo.
Desde el Gobierno confirmaron que existió el miércoles último una cumbre en Olivos entre Alberto Fernández, Cristina Kirchner y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Pero el contenido quedó en el más absoluto hermetismo. El kirchnerismo desmintió que allí se discutiera el aumento de la tasa de 35 a 45% para el dólar turista, que anunció horas después el Banco Central y que hayan acordado la desaceleración del cumplimiento de las metas del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.
Renuncias que presagian más medidas restrictivas
Pero la renuncia del titular de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Adrián Cosentino, y su reemplazo por su segundo, Sebastián Negro, de confianza de Batakis, hacen prever un mayor torniquete sobre el dólar MEP que se compra con la operación con bonos.
en la Casa Rosada se sigue discutiendo el cambio de más funcionarios. El presidente considera que con el nombramiento de Batakis es suficiente. Cristina Kirchner y Massa opinan que hay que profundizar el cambio, aunque no se ponen de acuerdo en el rumbo.
La vicepresidenta apoyó en silencio los anuncios «ortodoxos y fiscalistas» de Batakis pero considera que luego de logrado cierto equilibrio fiscal debe avanzarse en medidas de redistribución como la moratoria jubilatoria, la ley de renta inesperada, que deambula sin destino en el Congreso, y el Salario Básico Universal, que el Presidente, Massa y Batakis no quieren firmar por ahora. En esa sintonía fina está el centro del debate. Pese a la tregua, sigue el combate interno en el Gobierno