Ahora podés trabajar de programador sin saber programar: las «low-code», la clave para lograr el mejor empleo

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Las plataformas de «código bajo» se convirtieron en una gran alternativa para que las empresas lancen productos digitales de forma ágil y económica.

Según datos de PageGroup provistos a iProUP, para fines de año habrá un déficit del 50% de «mano de obra digital» en América Latina. Es decir, una de cada dos vacantes abiertas no podrá ser cubierta. Solo en Argentina quedan más de 10.000 puestos libres por año.

Cursos a distancia, programas estatales, iniciativas de empresas y carreras flexibles en universidades son algunas de las alternativas para potenciar el sector del conocimiento que en el país representa el tercer complejo exportador y generador de divisas: más de u$s7.000 millones previstos para este año.

Entendiendo esta demanda insatisfecha comenzaron a surgir alternativas para crear productos digitales con conocimiento de programación mínimos (y, en muchos casos, nulo). Se trata de plataformas low-code, que permiten crear aplicaciones a partir de interfaces visuales.

«Ahora existen nuevas formas que agilizan procesos y permiten a las compañías satisfacer las necesidades de clientes con el mejor time-to-market», indica a iProUP Marcelo Fondacaro, CCO de Veritran.

Según el experto, esta tendencia desempeña un papel cada vez más preponderante, ya que «posibilita la creación de soluciones de negocio con poca programación tradicional y sin la necesidad de crear software desde cero. Gracias a su interfaz visual y configuración de drag and drop (arrastrar y soltar), el desarrollo es más rápido, seguro y escalable«.

Los números avalan una tendencia que marcará el futuro de las industrias digitales: Gartner calcula que el 70% de las aplicaciones a nivel global serán diseñadas mediante plataformas low-code.

¿Como funciona este negocio «sin códigos»?
En 2021, el mercado global de plataformas de desarrollo de código bajo se valoró en u$s7.610 millones. Y se espera que en 2027 supere los u$s36.000 millones, registrando una tasa anual de crecimiento compuesto de casi 30% entre 2022 y 2027.

«En las empresas más grandes de Latinoamérica hay búsqueda por la abstracción de la complejidad tecnológica para ganar agilidad, reducir costos e impulsar la satisfacción del cliente», explica a iProUP Emanuel Di Matteo, General Manager, Liferay América Latina

Además, asegura que, a pesar de que hoy el «low code es una palabra de moda», este es un gran momento para las plataformas, soluciones y herramientas porque en los procesos de transformación digital de las organizaciones alcanzaron nuevos niveles de madurez, ampliando su impacto en todas las áreas de las compañías.

«Las plataformas low code democratizan el diseño de soluciones. Sus usuarios solo poseen conocimientos básicos en programación», suma. Su irrupción posibilita el desarrollo de apps, gestión de bases de datos o la creación de experiencias digitales.

Gastón Gorsterrazu, CEO la plataforma para desarrollo de aplicaciones Aptugo, comenta a iProUP que hoy todas las empresas necesitan sistemas digitales, «desde un kiosco hasta una mega corporación».

Según el experto, «la programación tradicional no sólo no ha logrado brindar soluciones efectivas ante la explosión en la demanda sino todo lo contrario: se ha vuelto más cara, compleja y lenta. Con el factor adicional de que dos de cada tres proyectos fallan, porque no se terminan de completar o no cumplen con el objetivo buscado».

Añade que «a esto se suma la creciente escasez de talentos a nivel global. Solo en EEUU hay 1 millón de puestos sin cubrir y en el Reino Unido, otro de los grandes mercados, esa cifra es de 1,2 millones».

¿Se puede «trabajar de programador» sin saber programar?
Se trata de la pregunta del millón. Para el CEO de Aptugo, las plataformas low code dan soluciones más rápidas y baratas. Y lanza una afirmación contundente: «La promesa de ‘reemplazar al programador’ es uno de los principales factores que promociona».

«Además de la escasez de talento, los costos de contratación son muy elevados y es muy común ver cómo las empresas de software más pequeñas entrenan a nuevos programadores que luego se llevan las más grandes, haciendo que el negocio para las pymes sea muy complejo», remarca.

Si bien remarca que se puede trabajar de «programador low code», también aclara que «cada vez más profesionales que se especializan en este tipo de plataformas. La limitante es que solo podrán generar sistemas sencillos y estarán condicionados por las funcionalidades de la plataforma que elijan. Si el proyecto escala, deben recurrir a la programación tradicional para hacerlas», asegura.

Para Fondacaro, el trabajo con este tipo de herramientas requiere de perfiles con conocimientos y conceptos de programación, pero no necesariamente deben ser programadores. «Si bien el expertise en programación es de utilidad para extender o crear nuevas funcionalidades, no es requisito para implementar desarrollos en plataformas low code y crear soluciones digitales», asegura.

En este sentido, Di Matteo asegura que «es importante tener en cuenta que el crecimiento del low code no significa una eliminación del papel del desarrollador».

«Es clave la distinción entre low code y no code. Este último remueve la necesidad de código, mientras el low code acelera las actividades de programadores o miembros con conocimiento básico de programación, permitiéndoles hacer desarrollos más rápidos», completa.

Como ejemplo, plantea que «pueden crearse integraciones e interfaces de usuario que se conectan a sistemas backend complejos, crear cuadros analíticos, modernizar apps heredadas, entre otros».

«Aunque las soluciones finales permitan disminuir la dependencia del código, son los programadores que dominan quienes crean la arquitectura y definen la lógica de funcionamiento en las que están basadas estas soluciones. Entonces continúa existiendo la demanda para profesionales capaces de pensar el low code, desarrolladores que tengan dominio del tema», completa.

De cara a lo que viene, los expertos aseguran que seguirán apareciendo no solo plataformas de «bajo código», sino que se abrirán nuevas oportunidades para empresas que sepan aprovechar estas herramientas para dar el mundo al salto digital, así como también para los profesionales que aprendan a usar estas herramientas.

«Ante la alta demanda de digitalización y la escasez de talentos TI, podemos esperar que sigan surgiendo nuevas plataformas y más entusiastas y profesionales de otros rubros se unan a este movimiento para ayudarlos en sus trabajos diarios o emprendimientos. Tarde o temprano, estas plataformas serán reemplazadas por una nueva generación de herramientas híbridas», concluye el CEO de Aptugo